lunes, 11 de enero de 2010

Prácticas Fraudulentas

Hace unos días saltó una noticia de Carrefour, relacionada con la Trazabilidad (leer aquí y aquí antes de seguir leyendo).

Mejor ejemplo práctico de para qué sirve la Trazabilidad, su importancia y cómo puede servir para evitar fraudes, creo que no lo hay.
Ahora como comentario a esta noticia, tres preguntas:

¿Se podrá seguir confiando en Carrefour y se verá afectada su imagen de marca?.

Pues mucho me temo que sí se verá afectada, pues son los resposables subsidiarios del fraude. La empresa que realizaba la distribución de Almería es la que pegó la etiqueta falsa, pero esto no quiere decir que Carrefour no sea responsable de no comprobar a sus proveedores y comprobar la trazabilidad de sus productos. Por tanto este fallo en la trazabilidad de Carrefour quiere decir que:

- O bien no tienen los controles de trazabilidad adecuados en sus centros comerciales (y por tanto, sus controles de calidad son defectuosos), o bien lo hacía a sabiedas, lo cual es mucho peor, pues les hace cómplices del fraude.

- Más les vale que se apliquen en cumplir lo que prometen. Igual es que se limitan a hacer mala política (o sea, prometer y luego no cumplir). Mas les vale que no porque pueden perder todas las certificaciones de calidad (ISO 9001, ISO 22000) que supongo que tienen.

- Los costes en publicidad, en confianza del cliente y multas que seguramente tendrán que pagar.

¿Tenemos alguna posibilidad los clientes de saber si estamos siendo objetos de un fraude?

Claro, basta con ver que las etiquetas de los productos no están manipuladas, como éste era el caso. Hay que fijarse un poco en la etiqueta y comprobar que lo que pone en la etiqueta corresponde con la descripción del producto, y por supuesto, ver que no existe ninguna manipulación de las mismas. Si hay algo que os hace desconfiar, no se debe comprar ese producto.

¿Este es un problema que sólo aparece con las grandes marcas y distribuidoras?

Pues no, también las PYMES deben espabilarse en cumplimentar sus obligaciones de etiquetado, trazabilidad y controles de calidad, o bien les puede ocurrir que un día les aperezca una investigación, como en este caso de la COAG, o de la OCU, o lo que es peor, una inspección administrativa. Los costes para una PYME son infinitamente mayores que para una gran empresa.

Por desconocimiento del empresario, al no cumplir con las normas de trazabilidad, puede pasar que lo que se ofrezca como un producto de calidad, no lo es. La única forma de evitarlo es cumpliendo con las normativas de etiquetado, trazabilidad y con los controles de calidad y seguridad alimentaria.